lunes, 21 de septiembre de 2015

Crónica de una casi hafla


Os preguntaréis que es eso de una casi hafla, que hasta ahora jamás habíais escuchado tal expresión y que una hafla o lo es, o no lo es, pero me vais a permitir la licencia porque este otoño de 2015 teníamos intención de haber celebrado nuestra XXVI Hafla en Conexión Internacional de Madrid y a pesar de todo nuestro trabajo en preparar el evento para que fuese único y especial , pues nos quedamos como a medio caballo.

Estábamos instalando el fantástico equipo de sonido que nos cedió nuevamente la parroquia de San Fermín y que previamente habíamos ya probado comprobando que todo sonaba perfectamente, cuando de repente el motor de gasolina que lo alimentaba decidió dejar de funcionar, y en esta ocasión, a pesar de nuestras plegarías, Dios debía haberse tomado unas merecidas vacaciones. El caso es que nos quedamos sin sonido y no podíamos dar comienzo a todas esas maravillosas danzas que teníamos preparadas para celebrar la llegada del otoño.

Curiosamente antes de desplazarnos hasta alli parecía que el día anunciaba ya algo, tuvimos varias bajas, tres de las bailarinas se habían puesto enfermas y dos más nos habían comunicado que no iban a asistir tampoco por diversos motivos. Asyut, una servidora y presentadora del evento, también tenía un enfriamiento y estaba indispuesta, asi que digamos que la cosa se ponía además un tanto escatológica.

Rosa y Marian salieron escopetadas con el motor cargado en la furgoneta a la aventura de encontrar en sábado un lugar donde nos reparasen el motor con urgencia para poder dar comienzo al evento aunque fuese más tarde. Hubo suerte y consiguieron encontrar, no sin gran esfuerzo, las piezas necesarias para la reparación que les hicieron en una gasolinera próxima. Probaron de nuevo el motor y llamaron dando la feliz noticia de que funcionaba. Fueron recibidas de nuevo en el parque como heroinas ante la atenta mirada del público que se había acercado a vernos y permanecia impaciente esperando ver todas aquellas danzas que durante la espera les habíamos estado presentando, consiguiendo ponerles los dientes largos.

Pero lo que si era para cagarse, fué que cuando fuimos a encender de nuevo el motor, este no arrancaba ni a la de tres de nuevo. Era evidente que muy a nuestro pesar, estabamos condenados a una hafla sin sonido.

Sin embargo, aunque no tuvimos la hafla que esperábamos, tuvimos una casi hafla, porque muchos de los bailarines tribales no renunciaron a bailar e improvisaron con los crótalos y algún leve susurro perdido de algún teléfono móvil al que nunca se le habían arrimado tanto tal cantidad de gente. Las Duck Tribal Group contaron incluso con un pato que apareció en escena mientras bailaban, desde luego no pudo elegir mejor grupo para unirse a la improvisación.

El ambiente sin embargo fue muy especial, porque al no tener música estuvimos mucho más centrados todos en conectar entre nosotros, en sentir esa unión de tribu frente a la adversidad, y no faltaron las risas, abrazos, besos, el sentido del humor y un calor muy sentido que recibimos las organizadoras por parte de todos los asistentes, que se afanaron en transmitirnos su consuelo, animos e infinita paciencia.



Tuvimos incluso un maravilloso ejército de amigos fotógrafos que estuvieron recogiendo en imágenes todo lo acontecido. Muchas gracias por estar con nosotros una vez más y regalarnos recuerdos tan bonitos siempre. Os dejamos aqui algunas imágenes de Miguel Angel, próximamente iremos mostrando otras en redes sociales y en nuestra Web.

Sentimos mucho no haber podido llevar a buen puerto esta vez el barco y que hayamos tenido que salir en balsas, y agradecemos infinitamente todo vuestro apoyo. Personalmente una tiene sentimientos encontrados cuando sucede algo asi, por un lado da mucha rabia e impotencia que despues de tres meses trabajando preparando cosas no seas capaz de cumplir el objetivo deseado, pero por otra parte se siente uno orgulloso de esa gran tribu, de comprobar que la mayoría de los que han asistido dicen haberlo pasado bien (espero que no lo digan por compromiso), que algunos como Raúl te dicen que ha sido la mejor hafla a la que ha asistido y que al final, los principales objetivos de la hafla, que son reunirnos en tribu en conexión con otros paises, difundir la danza tribal y celebrar la llegada del otoño bailando, esos, si están cumplidos y por supuesto, la hafla no acaba aqui, como decía del cerdito Porky .... no se vayan todavía, que aún hay más. Os esperamos para la siguiente. ¿Nos darás de nuevo tu apoyo?